2.11.08

Viajes







Toni recordaba su primer viaje a Cuba sentado en el sillón del salón, en la casa vacía.

Se lo sugirieron unos amigos, asegurándole que un país tan cálido, sin lugar a dudas acallaría su soledad. Entre las recomendaciones de artículos para llevar, estaban la ropa íntima de encaje y cajitas de maquillaje.


Y ahora, tras bastante papeleo, pasaría las navidades con una ardiente cubana y el mulatito churumbel, fruto tardío a sus 50 años. Estaba lleno de dudas, pero después de tres años había tomado finalmente la decisión de cambiar su vida de soltero por la familiar, ya lejana tras dos divorcios.


No estaba seguro de su decisión pero le ilusionaba el cambio de rumbo.

Y ...., se quedó dormido.

4 comentarios:

  1. Vamos, que la aventura caribeña le hundió en el sopor..
    Mal asunto entonces.

    Besoss guapísima, y feliz semana
    :-)

    ResponderEliminar
  2. Anónimo3.11.08

    Hola Max.
    That´s up to you.
    Yo escribo la historia y cada lector la recibe de una manera.
    Besos para ti y gracias por lo de guapisima.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo4.11.08

    Me gusta la manera de sintetizar y crear ese ambiente en el relato. Al final llega la sorpresa y...la incertidumbre (del lector). Sigue...

    ResponderEliminar
  4. Anónimo4.11.08

    Gracias Raf. ¿Acaso hay algo que acabe definitivamente?. Tan solo sé una cosa, seguro que la imaginas.
    Besos

    ResponderEliminar

Datos personales