4.12.08

Recepción



¡Pues sí que era interesante la fauna congregada al evento!, pensó Luis. Artisteo en mayúsculas: pintores, escritores, gente del cine, periodistas....arquitectos y diseñadores...hombres y mujeres, algunos muy jóvenes otros ,como en su caso, entraditos en la madurez. Todos de buen ver, pero como la rubia.. ¡ Ninguna como la rubia!.
Y ella le miraba descaradamente, como lo hacen las jóvenes de hoy, sin disimulo ni timidez, mojándose los labios en el cava y mostrando su carnosidad rosada por pintalabios.....Y su señora pegada a él, charlando con el grupo pero sin quitarle ojo.Luis se sintió arder cuando ella se acercó, su voz sonaba temblorosa al decirle su nombre, siempre la timidez aparecía en el momento más inoportuno. Cuando su cuerpo ceñido en un vestido de infarto le rozó el costado, la rodeó por la cintura presionándola contra el suyo. Sabía que sus labios siempre resultaban excitantes, por eso los acercó a la boca de ella, rozándola a duras penas, retrasando el momento del beso intenso y profundo que ambos deseaban.
La rubia seguía ahí, muy cerca, mirándole, insinuándose. Y él...parado, dejandose llevar, disimulando, pero no hasta el punto de que los demás no se dieran cuenta de la situación. Le agradaba que los demás envidiaran su éxito entre las féminas bastante más jóvenes que ellos. Siguió fantaseando lo que haría con ella, como siempre cuando alguna mujer coqueteaba con él, aunque todo quedara en tan solo eso.
Su señora le propinó un codazo al tiempo que le decía: ojalá fueras bajo, calvo y gordito. Así no tendría que preocuparme por mi estética.Luis dejó de lado a la rubia volviéndose hacia su señora, clavandole los ojos con mirada retadora. Aunque pretendía estar en la charla su mente no dejaba de pensar en las palabras de su esposa. Abonar su ego, sentirse seductor y deseado era junto con las fantasías lo que le hacía seguir adelante. Si fuera bajito, calvo y gordo, quedarían las fantasías. ¿Serían suficiente motor para su vida?.
El camarero le ofreció una bandeja llena de canapés variados, pensó en tomar el de salmón pero se detuvo al ver la otra bandeja. Con gran habilidad se metió en la boca la ostra casi al tiempo que pillaba otra.

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