22.12.09

El Viaje



A fuerza de oír hablar del tema habían conseguido interesarla, incluso ilusionarla. Hasta el momento no se había vuelto a plantear otra caminata de las largas, pero ahora el gusanillo le corría por el cuerpo, empezaba a desearlo.

Los primeros pasos inseguros y temerosos, con la charla y el buen rollo ganaban confianza y seguridad. Sensaciones potenciales que adquirían cuerpo, olor y sonido agilizaban el paso. Al rato se convirtieron en trote y luego en galope.

Comentaba en voz alta la forma singular de una nube, la luz entre los árboles, los colores de la tierra, de la vegetación. Canturreaba una canción que le venía a la mente y con la mirada puesta en el horizonte caminó, caminó, caminó.

Era bien entrado el atardecer cuando llegó a los acantilados del Fin del Mundo. Impresionante, bien había merecido el viaje. Realmente lo había disfrutado.

Se volvió para compartir ese instante con los compañeros. No encontró a nadie. Estaba sola. Todos habían quedado atrás, en el camino.

Las pequeñas lágrimas que se le saltaron y el nudo en el corazón no impidieron que mirara al horizonte. Rocas, mar y cielo.

Necesitaría una barca.

18.12.09

Orgasmo Cósmico



Entrada en reconstrucción por censura.

7.11.09

La habitación


Aquí puede respirar, sentir la sangre latiendo en sus venas, las yemas amantes que rozan su piel caliente, abrazos tiernos y apasionados.
No hay píldoras, ni pastillas. ¡Que alivio!.

La mente vuela en círculos infinitos, bucles que acaban y empiezan, una y otra vez, una y otra..
Revivir aquellos momentos....el único día...para toda la vida.Apenas una tenue luz ilumina la habitación de paredes totalmente forradas con la misma fotografía.

Hace ya cincuenta años, ese instante detuvo su vida....para toda la vida.

18.9.09

Panteras Humanas

Durante las noches de estío y con tormenta un sueño profundo les hace olvidar su naturaleza humana. El sudor empapa su piel, un líquido transparente e incoloro de olor desconocido rezuma por los poros, al evaporar provoca una convulsión en sus cuerpos y desencadena su instinto salvaje. Saltan enloquecidas y van al encuentro en un punto cada vez diferente, variable y caprichoso que sólo ellas conocen.

Saltan unas sobre otras y todas a la vez, contorsionan felinamente, emiten gemidos, aullan....en una danza bestial y salvaje que se prolonga hasta las primeras luces. Quedan exhaustas a su regreso, sin recuerdos ni memoria.

Los pocos que las han visto no pueden reconocerlas, se transformas en imágenes exactas a la primigenia.

10.9.09

UNO



Le encantaba pavonearse exhibiendo sus esbeltos y bien formados muslos, sus rotundas nalgas.


Cada día paseaba con movimientos lentos, marcados al ritmo de una salsa y de reojo sentía la envidia ajena. Se había vuelto adicto a esa sensación, como que el esqueleto se estiraba cinco metros y una bocanada de aire fresco y embriagador le elevaba por encima de los demás.


Los compañeros del recinto comentaban lo duro que era tener que depilarse cada dos días, para mantener esa belleza que al pobre pavo le estaba poniendo la piel de gallina.

30.8.09

Lisboa


Ni ella misma podía explicarse aquel cielo de una tarde de marzo.

De pie en la terraza, miraba fijamente sus colores, la extraña luz que atravesaba las nubes. El viento le estampó en cara y cuerpo una sensación de inquietud, desasosiego y emoción que punzando sus vísceras, le susurraron que en breve algo sucedería.

Los cielos, brisas y vientos, las luces de los astros y las nubes, siempre le hablaron anunciándole acontecimientos en su vida. Inquietud al desconocer el significado. Sentir no es ser vidente.

Sentada en la ventana del castillo, ojos cerrados. Aspira el aire luminoso, triste y salado de la ciudad en agosto. Presiente que el cambio es inminente, ya está aquí. No hay pánico, ni miedo. Quizás un poco asustada y temerosa abre los ojos.

Contempla tras las gafas oscuras la línea donde se pierden el cielo y el mar, el lugar donde se acababa la tierra. Un viento potente y vigoroso agita sus ropas, le zarandea el cabello, agita su cuerpo. Le grita: "despierta, despierta, ya es la hora".

Está atardeciendo pero comprende que en realidad puede ser un amanecer. El viento, la luz, las nubes....la belleza, la tristeza y la alegría...todas las sensaciones y emociones, están dentro de ella, en su interior. Esperando que decida dejarlas salir.

Compartir, sentir con los ojos que la miran.

29.5.09

Contradicción


Desde niña empezó a hacer lo contrario de lo que decía y sentía: si estaba triste reía, si contenta lloraba, decidía ir al este y tomaba el oeste.....

Cuando le pidieron casarse, aceptó y contrató un abogado para iniciar los trámites de divorcio. Hoy ha visto unos zapatos de tacón, que le gritaban: ¡ No me mires, no me tomes, no me calces..!. Cuando se los puso le apeteció pasear por el malecón y sentir la brisa marina, así que se dirigió a la montaña.
¡Pero ellos la llevaron a la playa!.

En la carretera


Pisó el acelerador para adelantar al coche, cuando estaba a su altura levantó el pie al notar que el muchacho le hacía señas de que disminuyera la velocidad. Algo ocurría...no era usual en una autovía...En realidad no sabía bien que hacer, pero apagó la música...al ver que el otro bajaba el cristal de la ventanilla. Con señas le indicaba que hiciera lo mismo, en ese instante le sonó el móvil, pero ya tenía la mano en el pulsador y lo presionó. A 120 Km/h no era posible mantener una conversación, no obstante dispuesta a escuchar miró a su derecha. Casi gritando le escuchó decir: "¿ Te han dicho alguna vez que Dios te ama?.

11.5.09

Paranoia



Sentada en la cama miraba la televisión sin atender al programa, contaba los ángulos, rectas, curvas, cada forma de las imágenes, una y otra vez, así desde hacía meses.

¿Que extraña paranoia la impedía dejar de contar?

A la vez que contaba, otros pensamientos se agolpaban en su mente. Al principio era curioso y hasta divertido, ahora deseaba que cuanto antes llegase un huracán que por fin barriera todo, todo, todo,....hasta el más nimio pensamiento; no más formas, ni números.....

Sólo la nada, una nada blanca y cegadora.

11.4.09

La cita



Estaba anocheciendo y conducía con temor a equivocarse de camino. Los temores imaginarios terminan por convertirse en reales, la rotonda le despistó y de repente se encontró en un sendero cada vez más angosto, a un lado el talud de la montaña y al otro un barranco.


Buscaba un lugar donde dar media vuelta, pero inevitablemente seguía adelante. El coche casi se sostenía sobre las dos ruedas izquierdas, 10, 20, 30 metros.....El latido del corazón aumentaba de tono, los nervios cables de acero, el cuerpo ladeandose hacia el talud, como si el contrapeso pudiera mantener la estabilidad del automóvil.


Al fin un ensanchamiento, un pequeño altiplano con una casa iluminada. No tardó en percatarse que no había salida, tendría que desandar el sendero...No se sentía capaz de repetirlo.


Anduvo hacia la casa, buscaba ayuda, no sabía bien que decir pero empujó la cancela y entró con decisión. Mujeres trajinando en la cocina, un enorme bullicio y nadie le hizo caso. ¿Acaso no la veían?. Habló con tono suave que fue elevando hasta gritar.......desesperada por la ignorancia que causaba se volvió de nuevo hacia la puerta de entrada, quizás fuera, encontrara a alguien que pudiese oírla....

Pero la cancela de hierro estaba cerrada, no había pasador.

Nunca llegaría a la cita.

9.2.09

Fisiología del Opus



Coincidieron en aquellas jornadas de hacía cinco años. Desde entonces hubo miradas, muchas miradas. Luego, escuetos mensajes. Finalmente, se atrevieron a hablarse, aunque en realidad no habían cruzado muchas palabras en todo este tiempo.

No eran libres, ninguno de los dos, y el miedo a lo prohibido les paralizaba. A pesar de eso, la puerta de la habitación del hotel se abrió para ella. Sentado sobre la cama del fondo estaba él, esperándola.

Se sentó en la cama de enfrente, justo mirándole a los ojos, sin decidirse a comenzar el ritual. ÉL debió intuirlo porque se deshizo de la chaqueta pausadamente, siguió quitándose prendas poco a poco. De vez en cuando paraba, para mirarla como se deshacía de las suyas.

Tal que, Adán y Eva en el Edén, como si nunca hubieran tenido pudor, se miraban mientras cada cual se acariciaba así mismo en su pequeña isla. Recorrieron kilómetros de piel, mucosas jugosas goteando, miradas, susurros, suspiros y un sin fin de sensaciones jamás vividas hasta el momento. Comenzaron a adoptar posiciones más animales que humanas sin quitarse ojo el uno al otro, como si estuvieran al acecho presa y cazador, cazador y presa, oliéndose, sintiéndose, tan lejos y tan cerca.

Creció en ellos un deseo totalmente inadmisible en la Obra, dilatado por horas, casi a punto de alcanzar el fénix. Fue en ese instante cuando como dos luces, una roja y otra blanca, parpadeando en el cerebro de él. Como dos ángeles, el bueno y el caído, le decían frases contradictorias: "déjalo para luego", "no, no, debes hacerlo ahora", "puedes esperar", "esto es más importante".

En la batalla mental ,el ángel blanco le hizo levantarse de la cama. Ya en el baño, lo intentaba pero tuvo que esperar a que bajara la hinchazón.....finalmente se alivió, pareciéndole un placer maravilloso sin pecado alguno.

9.1.09

Plataforma virtual




Ya se estaba cansando de tanta pregunta, y eso que apenas había rellenado sus datos personales, rellenaría aquellas casillas con asterisco que decía eran imprescindibles para darse de alta en la plataforma. Decidió no molestarse en leer más, simplemente recorrió las pantallas buscando los asteriscos....por fin ....apareció el mensaje de bienvenida a la red virtual.

Entre estudio, lavadoras, cacerolas, horas de curro, niñas,.....y otras tareas, llevaba varios días sin entrar en la red. Lo haría en cuanto acabara de ducharse, al menos tenía una hora de relax.

En esta ocasión la cosa fue rápida, sin preguntas, directamente apareció en la pantalla y más rápido que de costumbre. Había tres mensajes y la curiosidad le hizo ir directa a ellos. Dos personas que compartían su afición al padel y otra que le daba consejos de como sacarle más partido al jacuzzi en solitario. Nada de especial interés, pero sorprendente, teniendo en cuenta los pocos datos que aportó...nombre, sexo, ciudad y una foto de sus piernas. Siempre había sido muy reservada y la nueva tecnología no la haría cambiar.

Pinchó en su perfil de manera automática, inconsciente. Al principio se quedó mirandolo sin creerlo ni entenderlo.

¡Pero, que había ocurrido¡, ¿quién había escrito todo eso?.

Estaba segura de no haberlo hecho, no, ella no. Y sin embargo ahí estaba lo que le gustaba, le encantaba, odiaba, la aburría, deseaba.

¡Joder!. Era desconcertante. Empezaba a agobiarse....mejor desconectarlo.

Intentó no darle importancia, seguro que habría una explicación lógica, siempre la hay, se decía así misma. Todo el día se lo repitió, una y otra vez, pero no hizo disminuir la ansiedad que le había generado.

Antes de acostarse, algo temerosa volvió a la plataforma, igual no lo había visto bien, alucinó...

Al desplegarse la pestaña de su perfil apareció la foto, pero no eran sus piernas sino la cara de una mujer anciana de pelo canoso recojido en un moño alto. Le recordaba a su abuela materna. La sangre se le aceleró de golpe, el pulso se hizo veloz, le retumbaba la cabeza...los ojos helados miraban fijamente el lunar inconfundible de su mejilla.



1.1.09

Tentación



Camisas viejas muy raídas, un abrigo de paño, tres chaquetas, bastantes calcetines con agujeros....a alguien habrían de servirle, pensaba María mientras vaciaba la bolsa. Al ver la última prenda que quedaba su corazón le dio un vuelco, un calorcito le recorrió el cuerpo, alguna sustancia en su cerebro disparó un sinfín de sensaciones con tan solo ver esos jeans. Estaban en buenas condiciones y resultaban tan deseables que los apartó del resto de las ropas.


Había estado todo el día pensando en probárselos.....no podía apartarlos de su mente...así que se levantó de la cama, los sacó del escondite y se los enfundó. Le quedaban como un guante. ¡Ni que fueran suyos!. Lástima que no tuviera espejo para deleitarse, hacía tanto que no se sentía tan sexi, deseada, voluptuosa...Pero aún así se adivinaba. ¡Oh...si encontrara unas sandalias de tacón bien alto...eso sería el colmo..la perfección...!


Sintió remordimientos, no estaba bien sentir de esa manera. Se quitó los jeans con prisas, acelerada, como si la espiasen...los volvió a esconder bajo el colchón y se tumbó intentando no pensar, dormir en la nada. Los maitines estaban cerca, pronto sonaría la campana y de nuevo a la rutina. Los ojos se le abrieron sin querer y ahí estaba el hábito dispuesto desde hacía cuatro años. Y los jeans...bajo el colchón. ¡Que tentación¡.

Se quedó dormida y soñó que en el fondo de la bolsa encontraba unas preciosas sandalias de 10 centímetros que la elevaban al cielo...llevándola al éxtasis.

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