
Sentada en la cama miraba la televisión sin atender al programa, contaba los ángulos, rectas, curvas, cada forma de las imágenes, una y otra vez, así desde hacía meses.
¿Que extraña paranoia la impedía dejar de contar?
A la vez que contaba, otros pensamientos se agolpaban en su mente. Al principio era curioso y hasta divertido, ahora deseaba que cuanto antes llegase un huracán que por fin barriera todo, todo, todo,....hasta el más nimio pensamiento; no más formas, ni números.....
Sólo la nada, una nada blanca y cegadora.
Es que la ingestión compulsiva de caja tonta no es nada recomendable para la salud mental.
ResponderEliminarClaustrofóbico y lisérgico texto, querida Grazia.
La foto exquisita, por cierto.
Como el placer de venir a tu casa.
Besoss
El placer es mutuo Max, y specialmente si eres una solitaria. Saludos
ResponderEliminarVeo que has duplicado esa fantástica fotografia. Demuestras un gusto excelente.
ResponderEliminarBesos siempre, bella solitaria
Hola Max. De repente se me ocurrió que estaría bien una visión dual. Gracias siempre.
ResponderEliminarmuy interesante
ResponderEliminary mu xulo
Pobre. Es lo primero que he pensado. Pobre.
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