4.11.08

Tokes





Toni tenía el don del amor en sus manos. Animales, humanos, incluso las plantas crecían con vigor y esplendor cuando las tocaba. Sus dedos trasmitían ,con sólo un ligero roce, sentimientos positivos.


El día que se miró en el espejo del baño y vio unas grandes ojeras alrededor de sus ojos, se ocultó el rostro con las manos.

Ese mismo día empezó a quererse.

2 comentarios:

  1. Me parece fantástico que Toni empezara a quererse al ver las ojeras que adornaban su rostro, pero espero que sus dedos no perdieran sus habilidades, que no eran pocas desde luego.

    Bsssss preciosa
    PD: Bonitos pies, por cierto
    :-)

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  2. Anónimo5.11.08

    Max: Unas manos así sería estupendo ke nos tocaran día tras día. ¡Ke penita no tenerlas....a mano!.
    Esper que ese don vaya en los genes.
    Besitos

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