Tras la muerte de la abuela , Toni se quedó solo en el piso de 250 metros.
Su madre y su tía decidieron ir a vivir a una residencia de lujo. En el entierro habían retomado ambas, relaciones de juventud. Los dos caballeros les hablaron divinamente de las instalaciones hasta el punto que en dos días tenían las maletas hechas.
Y su esposa….. no tardó mucho más en mudarse al pisito de una compañera de trabajo de la que se había colgado locamente.
De esta manera Toni descubrió el placer de usar la escoba, la fregona, poner la lavadora, planchar, fregar los platos……y lo que a partir de entonces sería su gran pasión: “Cocinar”.
Buenos placeres, lo malo es cuando no lo son y se convierten en obligación; por Díos, que piernas más bellas!
ResponderEliminarAnónimo: Eres la primera persona que me dice "planchar es un placer". Te debe poner a gustito el calorcillo de la plancha.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario.
Buff, mucha tarea se ha echado sobre los hombros el bueno de Toni.
ResponderEliminar¿Le quedará tiempo para cocinar?
Un beso enorme, te deseo un feliz fin de semana,..con Grazia :-)
Hola Max.
ResponderEliminarAsí es la vida. Hay que perder cosas para descubrir otras.
Besos.