9.9.08

Besos



No sé si fué el calor o los cuentitos que había estado leyendo días atrás.Lo que empezó como una paella (amor receta) ingenua, sugerente, divertida y sensual, pasó a algo incontrolado (amor hambre), para terminar como postre del Doctor Lecter (amor caníval).
En mi paranoia nocturna no apartaba la vista de la boca del ligue de turno. ¿Me engulliría de un sólo beso?, o ¿me devoraría a cachitos?. Verme con la tráquea y el esófago al descubierto me aterrorizó.

Ultimamente ando con poco apetito, asumo que la engullida seré yo.

Por una temporada me conformaré con algo menos de pasión y arrebato. Besos anoréxicos, calladitos y suaves...suspiros de beso. Al menos, me harán conciliar el sueño.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales